nuestro grupo
Somos el grupo “Manitas Arriba”, conformado por 5 compañeros, Andrea Condor, Nayeli Vilca, Gianella Mayorga, Piero Naupa y Yamile Vila. Motivados por un problema en común, que nos afecta a todos como sociedad, por un problema que quita la inocencia y usa las pequeñas manos para trabajar y no para jugar, un problema conocido como Trabajo Infantil.
nuestros
DEFENSOReS
Mi nombre es Nayeli Vilca Castromonte, tengo 18 años años. Comencé a estudiar este año la carrera de Comunicación y Marketing en la UPC. Desde muy pequeña, mis padres me inculcaron valores que cada día me siguen haciendo una mejor persona, además me enseñaron derechos y obligaciones que tengo como persona. En la actualidad, muchos niños no conocen cuáles son sus verdaderas responsabilidades, y son abusados mediante el trabajo obligatorio. Según el ranking del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos sobre las peores formas de trabajo en el mundo, los tres países de Sudamérica con la tasa más alta de trabajo infantil son Perú (21.8%), Bolivia (20.2%) y Paraguay (10.4%). A su vez, informa el Ministerio de Trabajo, que un 88.5% labora en el área rural y agrícola. Y de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), casi dos millones de niños, entre los 6 y 17 años trabajan; lo que significa el 23.4% del total de niños en el Perú, 1 de cada 4 niños labora. Con el siguiente boletín, nuestro objetivo consistirá en informar sobre lo problemático y perjudicial que es el trabajo infantil. Por otro lado, trataremos de fomentar técnicas que ayuden a la lucha contra el mismo y difundir conciencia en la población.
Me llamo Andrea Condor Ruiz, tengo 17 años y soy estudiante del primer ciclo de la carrera de Comunicación y Marketing en la UPC. El año pasado, tuve la oportunidad de hacer trabajo comunitario con pequeños de 5 a 10 años, y me he dado cuenta de que esta etapa solo debe ser tiempo de estudio y juegos para ellos. Sin embargo, desde pequeña, he podido presenciar en las calles a niños vendiendo bolsas de caramelos o lustrando zapatos para ganar un poco de dinero. Hechos que cada día se vuelven más comunes en nuestro país, ya que, según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, Perú es el país con la tasa más alta de trabajo infantil (21,8%). Además, información del Censo Nacional XI Población y VI Vivienda, afirman que Lima es el escenario principal de comercio ambulatorio para muchos infantes, especialmente el Mercado Central del Cercado de Lima. Por eso, mediante este boletín queremos informar las causas, consecuencias y forma de vida de estas personas y sus familias. De esta forma la población peruana podrá crear consciencia y reaccione para cambiar esta realidad.
Mi nombre es Gianella Mayorga Andaviza, soy estudiante de la carrera de Comunicación y Marketing de Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). La semana pasada regresé temprano de mis talleres de arte y se me apeteció tomar un emoliente. Allí me atendió un pequeño niño, me pareció extraño pues a esa hora los niños suelen estar en clase. Le pregunté si estudiaba y me respondió que solo se dedicaba a ayudar a su madre. Estaba ante un caso de trabajo infantil. Esto se debe a la necesidad de ser parte de las actividades económicas del hogar debido a la grave situación económica que atraviesan una gran parte de familias en el Perú. Lo peor es que ha incrementado, encabezando la lista de países de Sudamérica. La explotación infantil según el ranking del Departamento de Trabajos de Estados Unidos sobre las peores formas de trabajo en el mundo, los tres países con la tasa más alta en Sudamérica son Perú (21.8%), Bolivia (20.2%) y Paraguay (10.4%) y según información del Ministerio de Trabajo un millón y medio son adolescentes y niños que por lo general trabajan en el área rural. Nuestro objetivo con este boletín es dar a conocer más sobre este tema, que está afectando al país y aportar un cambio positivo, analizando y dando soluciones realistas y eficaces.
Mi nombre es Piero Naupa Erazo, tengo 18 años y soy estudiante del primer ciclo de la carrera de comunicación y marketing. Por ello, en los últimos años de camino a mi secundaria, siempre notaba que los niños eran explotados, que aunque a veces es difícil de percibir, está frente a nosotros. A menudo veía a madres obligando a sus hijos pequeños a trabajar, realmente era desagradable. El trabajo infantil es un problema que con los últimos años ha ido creciendo. Según el ranking del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el Perú está entre los tres países con mayor índice de trabajo infantil de Sudamérica. Asimismo, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), siempre hace operativos para revisar que no haya niños ni adolescentes trabajando, aunque esta entidad del Estado no tiene la potestad de poder fiscalizarla. Debido a ello, este debería ser uno de los principales temas a tratar de nuestras autoridades, pero al parecer ellos hacen caso omiso al problema. Ante ello, quisiera que con este boletín, la sociedad peruana logre interesarse más sobre este problema ya que los niños tienen derecho a jugar, estudiar, para que puedan desarrollar sus habilidades y con ello apoyen en un futuro al desarrollo del Perú.
UNA META, UNA VISIÓN, UNA MISIÓN
Mi nombre es Yamile Thayra Vila Florez y tengo 17 años. Me encuentro estudiando la carrera de Administración y Negocios Internacionales en la Universidad Peruana de Ciencias aplicadas (UPC), ya que, en un futuro, me gustaría tener mi propia empresa. Me considero una persona responsable, ingeniosa y honesta; en mis horas libres me gusta dibujar y pintar. Me interesa este tema porque vi como los niños trabajan incondicionalmente y en malas condiciones. Además, soy una persona que está en contra de los comportamientos que causan dolor innecesario o estrés infantil sin embargo le debería interesar a la comunidad ya que nuestro mundo está lleno de este problema. Pienso que al tocar este tema lograría concientizar mediante publicidad y campañas que los niños no deben ser vistos como ayuda para solventar la economía del hogar.
El nombre de nuestro grupo hace referencia al anhelo que tenemos por defender los derechos de aquellos niños a los que les son arrebatados, principalmente, la necesidad de la recreación, el primordial deber por la educación y, en el que se basa nuestro proyecto, el logro a la erradicación del trabajo infantil.
El nombre de nuestro boletín simboliza las pequeñas manos de aquellos niños que son forzados a realizar responsabilidades de adultos. Al mencionar ¡Manitas Arriba! nos referimos a todos aquellos niños trabajadores, levantando sus manos y dejando caer aquel peso que les retiene a vivir su niñez. Así poder disfrutar de lo que realmente significa ser un niño.
Nuestro propósito es fomentar y crear conciencia sobre la importancia de los derechos que actualmente se le privan a aquellos niños que trabajan. Que afecta no solo su desarrollo físico y social, sino también, se ignora aquello que les pertenece como seres indefensos.