Implementación de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil       (ENPETI) en el Perú

El trabajo infantil es un problema social que perjudica el desarrollo pleno del sector más pequeño de nuestra población: niños, niñas y adolescentes; ya que conlleva a la transgresión de sus derechos humanos. Lamentablemente, este hecho no es considerado de vital importancia para nuestra sociedad, lo cual produce que la problemática siga vigente y se encuentre en auge hasta la actualidad. Ante esta situación, como grupo, planteamos cinco propuestas de solución que ayudarían a lograr su erradicación. Estos son la implementación de la Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (Enpeti), implementación de cámaras de vigilancia para ubicar casos de trabajo infantil, Unesco-Programas de Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI), la ejecución obligatoria de las normas sociales que prohíben el trabajo infantil a nivel nacional y, finalmente, la fundación de organizaciones y campañas. Todas las soluciones planteadas nos parecieron precisas e importantes para el proceso de erradicación del problema; sin embargo, consideramos que la más viable dentro de nuestro territorio a desarrollarse es la implementación de la Enpeti. Los argumentos a su favor se presentarán a continuación.

Para empezar, uno de los factores que desarrolla la Enpeti en contra de la erradicación del trabajo infantil, es centrarse, principalmente, en sectores sociales y educativos que se ven afectados por el problema en cuestión. Por lo tanto, dentro de la estrategia, hemos identificado un plan para poner en marcha el fomento de charlas de educación sexual a jóvenes adolescentes, sobre todo, en zonas rurales. Este proyecto tiene como objetivo lograr la prevención de embarazos no deseados y evitar el nacimiento de niños en condiciones precarias. A partir de ello, y en comparación a las demás propuestas, la estrategia resulta ser más viable y progresiva. Primero, con respecto a la estrategia de la “Unesco-Programas de Atención y Educación de la Primera Infancia (AEPI)”, esta solo se dedica a trabajar con aquellos niños que han llegado a formar parte de la problemática mas no en suprimir alguna de las causas del problema. Segundo, la estrategia que fomenta la ejecución obligatoria de las normas sociales que prohíben el trabajo infantil a nivel nacional, resulta ser menos factible, ya que también, una de sus acciones, en efecto, sólo identifica a los niños dedicados al trabajo y luego los retira de él, ignorando las consecuencias próximas luego de acoger a los niños. De igual manera, esta misma situación se presenta en la propuesta encargada de la fundación de organizaciones y campañas contra el trabajo infantil, pues también ignora los efectos a los cuales los niños son sometidos luego de ser refugiados. Finalmente, al analizar la propuesta de implementación de cámaras de vigilancia, notamos que solo se encarga de identificar los casos de trabajo infantil para frenarlos, lo cual, dentro del factor social, no desarrolla una solución para velar por el cuidado de los niños después de haberlos rescatado. 

Por otro lado, desde un punto de vista político social, la Enpeti se encuentra desarrollando  estrategias de protección a los derechos del niño. Además, está logrando generar alianzas con entidades nacionales, las cuales son las encargadas de atender esta problemática. En primer lugar, la medida busca la introducción de estrategias para enseñar a la población los derechos que tienen los niños, ya que abarca más allá que solo educar. Asimismo, esta se diferencia de la estrategia implementada por la Unesco, la cual se aboca más a propagar programas de educación y desarrollo social del niño, sin la ayuda de entidades nacionales, lo cual dificultará su éxito. En segundo lugar, una  evidencia del éxito de esta medida, es la creación de la Defensoría Municipal del Niño y Adolescente, ya que trabaja de la mano con el SIS y el Ministerio de Salud, la cual desarrolla campañas de prevención, programas de apoyo, y con ello, motivan el cuidado de los menores y de sus madres, ante situaciones que atenten contra sus derechos. A diferencia de la solución del cumplimiento de las leyes, la cual solo tiene el objetivo de cumplir con el derecho de los niños, mas no de brindarle apoyo a sus tutores, en cuanto a las demás soluciones, estas no presentan programas de prevención con el apoyo del Ministerio de Salud. Finalmente, podemos afirmar que  la medida de implementar cámaras de seguridad para ubicar casos de trabajo infantil, no abarca los inicios de esta problemática, como lo son la salud y el bienestar social, por lo cual, no resultaría ser tan efectiva. 

 En conclusión, la estrategia nacional para la prevención y erradicación del trabajo infantil (ENPETI) se presenta como la mejor solución con respecto a su factibilidad y su eficiencia frente las otras cuatro soluciones, ya que afronta y trabaja varios aspectos causantes del trabajo infantil. Además, este programa, sigue esforzándose para prevenir y eliminar el maltrato hacia los menores de edad, ya que a partir de su esfuerzo la tasa de trabajo infantil se evidencia en la reducción de cinco puntos porcentuales durante los últimos 6 años. Por lo tanto, esperamos su continuo desarrollo y pleno éxito.