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¿Qué ocaciona el trabajo infantil?
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La carencia de cultura en la sociedad
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De los más de 7 millones de niños y adolescentes peruanos, el 24.4%, entre 6 y 17 años, trabaja para mantenerse a sí mismo o a su familia, según el INEI. De los cuales, un millón 659 mil menores entre ese rango de edad realiza algún tipo de trabajo autorizado por sus padres. Además, uno de cada 5 niños es explotado laboralmente de alguna forma. Tal como demuestran los datos anteriores, nos señalan cómo se ha generado la irresponsabilidad a partir de la falta de cultura y conocimiento dentro de la comunidad. Ya que ha incrementado la participación de menores en el trabajo. En el presente texto, explicaremos y abarcaremos desde los comportamientos y hábitos negativos dentro de la comunidad, hasta las demandas generadas del trabajo infantil y los sistemas de protección vulnerados.
Según el libro de Patrick S. Guillot, el inadecuado desarrollo de la cultura repercute en el problema del trabajo infantil. Por un lado, resalta ciertas conductas negativas e irresponsables de la comunidad y del Estado que conllevan a la explotación laboral de los menores de edad (p. 59). En relación a las familias, muchas veces estas son negligentes y reflexivas con el menor, mostrando desinterés por invertir en su educación debido a un aumento de integrantes en el hogar. Con respecto a la labor del Estado, esta no combate la inestabilidad política y económica. Por el contrario, logra generar la aparición de sectores informales y con ella la participación de infantes en situación de explotados. Finalmente, de esta manera debido a la vulnerabilidad económica en la que muchos niños se encuentran, los menores son presa fácil para las actividades ilícitas como la pornografía y el tráfico de estupefacientes. Por otro lado, según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (2012), se destacan los hábitos sociales dispuestos dentro de la comunidad que también conllevan al trabajo infantil. Uno de estos hábitos es el comportamiento permisivo de la sociedad, es decir, una cultura que atribuye y tolera responsabilidades laborales. En este sentido, un efecto de este problema es que con respecto al género, se observa una mayor participación de niños (25.5%) que de niñas (20,1%). Finalmente, en base a la ejecución de malos hábitos, se observa en una escasa oferta de entornos de protección social a los niños (p. 38-40).
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En el Perú, existe un alto porcentaje de menores que al trabajar aprenden el oficio del padre y a la vez aportan a la economía familiar. Se calcula que aproximadamente el 16.5% del total de niños y adolescentes trabajadores aportan económicamente a su familia.
Afecciones en la salud mental y física
Las demandas físicas del trabajo infantil son evidentes, entre estos resaltan la alta incidencia de enfermedades colaterales y de desnutrición infantil. Estos son causados por la extensión de jornadas, la sobrecarga física, las malas posturas, etc. Por otro lado, este problema también provoca afecciones psicológicas ya que el trabajo implica un acelerado proceso de maduración. A largo plazo, esto llegaría a desatar problemas de apatía, hostilidad, emancipación prematura, etc.
Además cabe resaltar que estos problemas se presentan en una infancia temprana, la cual es esencial para el desarrollo de los menores,ya que en estas primeras etapas de sus vidas, es fundamental tener una buena salud mental y física. A partir de ello, se delimita la evolución natural del menor. Por otro lado, estas deficiencias psicológicas y físicas, traen consecuencias como el poco rendimiento escolar o en algunos no existe la posibilidad de una educación, por lo que se reducen las oportunidades de una vida plena a futuro.